miércoles, 15 de febrero de 2012

Under pressure

Ayer fue un día curioso. El Caralibro estaba inundado de mensajes sobre San Valentín, la mayor parte de ellos para despotricar sobre una celebración que, al menos en España, tiene un origen puramente comercial. Que sí, que San Valentín existió en el siglo III, o al menos eso asegura la Iglesia, y casaba a jóvenes parejas de enamorados en contra de la prohibición del emperador del momento... Vete a saber. Seguro que en los países en los que tiene una tradición más arraigada en realidad es la adaptación cristiana de una antigua fiesta pagana o algo así. El caso es que casi todo el mundo tiene una opinión negativa de esta celebración y la considera una falsedad, pero la presión es tal que los que no tienen pareja se sienten abandonados ese día, y los que la tenemos, si no la celebramos, parece que somos unos rancios. Pues vale, me da igual :P. Personalmente siempre he pasado de San Valentín, tanto antes, cuando no salía con nadie, como ahora que estoy con Carlos. Sí hay otras fiestas que, por motivos personales, me hace ilusión celebrar: me gusta hacer regalos por Reyes, y por los cumpleaños también (aunque hay meses en que me suponen estar al borde de la ruina XD, pero merece la pena cuando ves la ilusión que le hace al regalado recibir sus obsequios :) ). 


El caso es que, incluso aunque nos pueda gustar hacer regalos porque nos resulta gratificante ver esa ilusión en los que los reciben (en el fondo subyace ahí un poso de egoísmo, porque lo hacemos también para sentirnos queridos a través del agradecimiento que recibimos, pero es un egoísmo positivo porque beneficia a la otra persona, así que no seré yo quien le ponga pegas :P), hay ciertas reglas no escritas sobre el intercambio de regalos. Desde el sistema del  potlatch hasta la curiosa costumbre entre los hobbits de hacer regalos de cumpleaños no al que los cumple, sino éste a sus allegados (ficticia, de acuerdo :P, pero no por ello menos válida como ejemplo de lo que quiero expresar), pasando por los regalos que nos hacemos en las celebraciones típicas de nuestra cultura, como cumpleaños, fiestas señaladas y acontecimientos como la BBC (bodas, bautizos y comuniones), todos parecen regirse por un delicado sistema de equilibrio que muchas veces nos pone al borde del abismo. ¿Quién no se ha sentido como Sheldon Cooper en aquel genial episodio de The Big Bang Theory en el que éste se las veía y se las deseaba para corresponder a Penny como se merecía a su regalo de Navidad (perdón, Saturnalia :P)? XD 






Parece que, al final, todo este sistema de intercambio de regalos obedece a una manera de redistribuir la riqueza entre los miembros de una comunidad. Al menos, a eso quedaría reducido desde una perspectiva materialista. Me gusta pensar que no se limita sólo a eso ya que, al fin y al cabo, al menos eliges hacer los regalos a las personas que quieres (sí, bueno, vale, luego está lo típico de "tengo que hacerle un regalo a mi cuñao porque si no quedaré mal con él y con mi hermana, etc.", a veces no se puede evitar :P) y vale que, como decía más arriba, ahí también entra un componente de egoísmo, pero si es un egoísmo positivo y nos hace felices a todos, ¿qué más da? El problema es cuando el mercado entra a saco y te impone una obligación no ya con las personas que quieres, sino con él mismo: "Consume, consume, que así funciona el sistema". Primero: consumiré si puedo. Si no, ajo y agua. Segundo: lo haré cuando yo pueda y quiera, no cuando tú me digas. Así que, que le den morcilla a San Valentín. Ayer no hice nada; sí lo hice el sábado, porque el 11 es nuestro día. De ahí la foto: vistas desde el teleférico del Parque de Atracciones, Carlos me invitó porque no había subido nunca y me encantó ^^. 


Sed felices el día que queráis :).


PD: no podía faltar la canción que le da título a esta entrada, claro: 



2 comentarios:

  1. Puuuuuuuuf como te entiendo.
    Yo cuando he tenido pareja no lo he celebrado, y cuando no pues tampoco claro XD
    A ver que me lío, lo que quiero decir es que se yo, si ese día por hacer la gracia o tener un detalle haces alguna cosilla un poco más especial pues maravilloso, sino no pasa nada, no creo que sea de rancios, a mi no me parece importante, yo es que soy de "muchos pocos y no pocos muchos" y prefiero las tontunas y los cariños y los detalles del día a día y no cuatro detallazos al año. Y no me refiero a cosas materiales eso es lo de menos (aunq yo soy muy regalona si no puedo como es el caso ahora pues no puedo)
    Si señalar que este año me ha sentado bastante mal San Valentín pero eso es xq tengo muy reciente mi ruptura y claro, duele más, y como tu dices hay una presión ese dia apabullante.
    Pero, pero ya que nos imponen este día le vamos a poner una coletilla y así es más chachi, más mejor y nos quitamos presiones varias:
    San Valentín: día del amor y la amistad
    Tengamos o no pareja, siempre tendremos amigos, y su amistad y amor ^^

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  2. Siento mucho lo de tu ruptura, chiqui :(. Pero bueno, como tú dices, lo que no falta nunca son los amigos ;). Así que por lo menos todos tenemos algo que celebrar ^^. El día que nos dé la gana, eso sí :P.

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