viernes, 14 de febrero de 2014

El luchador

Pues ayer vi "El luchador". Sí, al cabo de los años y en la tele, pero oye, tiene su mérito ver una película casi entera en la tele cuando tienes un bebé :P. Y el caso es que la historia en sí no es nada que no hayamos visto millones de veces en telefilmes, ni tampoco tiene nada que ver con el resto de películas de Aronofsky que he visto, pero me tocó mucho la patata. No sólo porque el papel esté hecho tan a la medida de Mickey Rourke que da escalofríos (y, de paso, recordemos que este hombre es un gran actor, por mucho que se le vaya la pinza y que se haya destrozado a sí mismo en todos los sentidos), sino por la magistral sencillez  con que está contada y lo bien que retrata a los personajes y sus circunstancias (la galería de luchadores de lucha libre de segunda o tercera división es brutal, el tío de las grapas me dejó en estado de shock, pero no más que la gran humanidad del "Ayatolá", por ejemplo). Y ese final, perfecto tal como es. Pero reconozco que también me tocó la patata por otra cosa: ¡conocía todas las canciones de la banda sonora! XD Ay, los ochenta... Me sentí viejuna, pero me resultaba extrañamente agradable sentir esa nostalgia, porque además de escuchar esas canciones también me divertía viendo los teatrales combates de la WWF cuando empezó a emitirlos aquí Telecinco. De hecho, el papel de Randy the Ram me recordaba bastante al Último Guerrero. Así que esas coincidencias hicieron que la película me tocara un poco más la patata :P. En fin, creo que en el fondo la película de lo que habla es de ese momento en que nos damos cuenta de que nuestros sueños de juventud no se han cumplido, o al menos no como esperábamos. Pero eso no tiene por qué ser una tragedia; a veces ganas otras cosas en compensación que no te esperabas pero que valen más. Ya hablaba de algo parecido en otra entrada de este blog: La maldición de Heráclito. En fin, ya sabéis que una como buena abuela Cebolleta que es de vez en cuando se tiene que poner nostálgica y dar un poco la brasa con sus batallitas, es lo suyo :P. Pero supongo que tarde o temprano a todos nos pasa. Lo que no esperaba era que me ocurriera con esta película.

Y el momento en que me sentí totalmente identificada fue el que podéis ver en el minuto 1:37 del tráiler XD:

 ¡¡¡Yeaaaah!!! Bueno, no odio a Kurt Cobain, de hecho me encantan Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden, pero, joder, no hacía falta cargarse la diversión. Los 90, por si alguien no lo recuerda, fueron muy sosos y deprimentes; sólo se salvan las camisas de cuadros y poco más :P. ¡Vivan los 80! Y, como Randy the Ram, vamos a echarle pelotas: