martes, 5 de noviembre de 2019

Te lo juro por los Silmarils


Últimamente sigo en Twitter a una tuitera muy graciosa, @_TheIronMaiden_ , tan graciosa como friki, que escribe unos hilos desternillantes, muchos dedicados a las películas de El señor de los anillos. Hace bastante tiempo que no las veo, pero gracias a esos hilos, además de partirme de risa, vuelvo a recordar detalles que tenía olvidados. Uno de ellos es la presencia de un personaje muy secundario, realmente un extra, que sin embargo consiguió una gran repercusión en Internet: Lindir, más conocido como Figwit. Si eres joven y no viviste la explosión internetera de cuando se estrenaron las películas, o no eres un frikazo como yo, te estarás preguntando: “¿Quién coño es Figwit?”. Me alegro de que te hagas esa pregunta, porque eso es justo lo que su nombre significa XD. 
Mira que eres Lindiiiiir, qué precioso eres
Me explico: en La comunidad del anillo, en la escena del Concilio de Elrond, entre los personajes que aparecen al fondo, casi todos elfos de Rivendel, hubo uno que por azar o porque Peter Jackson decidió ponerlo en esa posición resultaba bastante visible, pero no pronunciaba una sola palabra y se le veía tan lánguido que parecía una parodia del concepto de elfo tolkieniano. A algunos con mucho cachondeo en el cuerpo y bastante tiempo libre les dio por elucubrar sobre ese personaje, tan notorio como superfluo. Como no aparecía mencionado por ninguna parte, se les ocurrió llamarle Figwit, cuyas letras son las siglas de "Frodo is grea...who is THAT?!?". La coña se viralizó y el personaje cobró tanta relevancia que ya en El retorno del rey le dieron un par de líneas de diálogo: cuando Arwen, que marcha hacia los Puertos Grises, decide dar media vuelta y quedarse en la Tierra Media y Figwit, que forma parte de su séquito, haciendo honor a su reputación, le dice en un tono estudiadamente mustio: “Dama Arwen. No hay que demorarse. ¡Mi señora!”. La coña llegó a su punto culminante cuando le dedicaron un documental que está disponible en Youtube: Figwit Documentary y que incluso recibió premios, y por supuesto en El hobbit le volvieron a dar un papelito pequeño pero con algunas líneas de diálogo en la corte de Elrond y por fin le pusieron un nombre oficial: Lindir, un elfo que es mencionado en la obra original de Tolkien cuando Frodo llega a Rivendel.
Malditos enanos. Mira, de verdad, esto no está pagao.
Supongo que la coña tuvo tanto éxito entre otras cosas porque, como veis, Peter Jackson y compañía la aceptaron y promovieron haciendo gala de su sentido del humor, que al propio actor que lo interpreta, Bret McKenzie, no le falta porque resulta que es, entre otras cosas, uno de los dos componentes del dúo humorístico-musical Flight of the Conchords (si no los habéis visto nunca ya estáis corriendo a buscarlos en Youtube, son unos cracks. Y son amiguetes de Taika Waititi, of course). Por cierto, su padre es el que hace de Elendil en el prólogo de La Comunidad. Pero él fue el primer sorprendido por la fama que su personaje consiguió. ¿Qué fue lo que prendió la primera chispa que desencadenó el fenómeno?
Mi teoría es que en la base de la coña subyace algo que nos ocurre a muchos fans de El señor de los anillos: los elfos de las películas de Peter Jackson son RAROS. Muy raros. Muchos dirán que, directamente, son “raritos”, ya sabéis en qué sentido, y creo que parte de razón no les falta 😅. El problema es que Tolkien describe a los elfos de ambos sexos como seres extraordinariamente hermosos, y cada uno los imagina como quiere, pero llevar eso a imagen real es muy difícil en el caso de los elfos varones, porque ya sabemos que la belleza es una cualidad que se valora principalmente en las mujeres, por lo que cuando se presenta en un grado superlativo en un hombre se percibe como un síntoma de afeminamiento. Eso, unido al carácter propio de los elfos, aparentemente mucho más refinado y desapegado de las preocupaciones materiales que el de los hombres o los enanos, les ha creado una fama muy particular entre muchos de los fans de Tolkien. Hablando en plata: para sus detractores, los elfos son unos maricones. Sí, añadidle todas las connotaciones negativas que queráis a ese término, aunque estén bañadas con una capa considerable de jolgorio. Que no tengo nada en contra de que la naturaleza de los elfos sea mucho más andrógina o directamente femenina que la de los humanos, el problema es que es muy difícil representar esa naturaleza con actores que, obviamente, no tienen esa belleza élfica irreal. La verdad, a juicio de muchos (yo me incluyo) el look de los elfos de las películas no ayuda demasiado. Es muy difícil caracterizar a actores masculinos con un look andrógino y refinado y que, si no son realmente bellos por naturaleza, no parezcan unos travestis de la Tierra Media. Figwit todavía tiene a su favor que Bret McKenzie, al menos, es guapete, así que su aspecto es lánguido pero no da dentera, y Orlando Bloom es posiblemente el único que ofrece un aspecto realmente convincente como elfo en las películas, independientemente de que sea mejor o peor actor (menos mal, porque era uno de los protas 😂), pero el problema llega cuando el actor no es especialmente atractivo o tiene un tipo de belleza muy masculino: el efecto drag queen es demoledor. No lo digo ya tanto por Hugo Weaving, que al fin y al cabo es un gran actor y consigue que pasado el shock inicial nos acostumbremos a verlo con la diadema de Barbie Superstar (y recordemos que Elrond es medio humano, no tiene por qué ser tan guapo como un elfo de pura cepa), ni tampoco por Celeborn, que por suerte sale poco, sino sobre todo por otro elfo que nunca dejaré de considerar un error de casting garrafal: Haldir. Lo siento por Craig Parker, que hace lo que puede, pero no he visto a nadie que le siente peor el pelucón rubio que le plantaron. En serio, al natural ese hombre es guapo y todo, pero tiene un tipo de belleza que no pega ni con cola para un elfo. Seré una mala persona, pero para mí fue un alivio cuando cayó en la batalla del Abismo de Helm. No puedo con él, de verdad, no puedo, no puedorrrrrrr. 
Si es que no puedo con esa cara de pan de lembas >.<
Yo creo que el mismo Peter Jackson y sus colaboradores eran conscientes de ello, y viendo que no eran capaces de dar con la tecla adecuada para paliar ese efecto drag queen no buscado, pensaron que de perdidos al río y fueron a por todas. Y así es como hicieron de la necesidad virtud y en las películas de El hobbit nos presentaron a la auténtica reina de las hadas, que es ni más ni menos que Thranduil, el rey elfo del Bosque Negro y padre del mismísimo Legolas. Lee Pace, el actor que lo encarna, aparte de ser razonablemente guapo y bastante versátil (cuando me enteré de que interpretaba a Ronan el Acusador en las películas del MCU me quedé con el culo torcido XD) debe de ser un cachondo mental y, con la venia del director y los guionistas, creó a la verdadera reinona de la Tierra Media, con el permiso de Galadriel. Seguramente sabía lo que iban a opinar los trve fans de él, así que pensó: “Conque sí, ¿eh? Pues os vais a enterar”. El resultado es tan glorioso que para mí es de lo mejorcito de las películas de El hobbit, y lo digo en serio. Es que, de verdad, por favor, me muero con esa corona de Miss Arda de la Tercera Edad, con esa melena Pantene combinada con esas cejas de supersaiyajin, con esa montura que parece el padre de Bambi ultrahormonado, y sobre todo con esa prestancia, ese estilazo, esa mirada superreconcentrada de desprecio por todos los mortales de la Tierra Media y parte del extranjero. Que sólo le falta llevar un neón flotando sobre su cabeza que diga “Bitch, I’m fabulous”. Bueno, no, no le hace falta, todos lo sabemos. 
En fin, salvo la honrosísima excepción de Thranduil, que asumió su naturaleza con todas las consecuencias, y de su hijo Legolas, que es el mejor atisbador de la lejanía de la Tercera Edad y tiene el mérito de haber inventado el surf en épocas tan pretéritas, los elfos de PJ no han conseguido estar a la altura de las expectativas de muchos de nosotros. Me pregunto si hay alguna forma realmente satisfactoria de representar a un elfo que sea al mismo tiempo bellísimo y majestuoso como se espera de su raza sin caer en la parodia o la horterada. Creo que lo más parecido al concepto élfico tolkieniano, al menos a nivel estético, que he visto ha sido en un medio que en teoría está en las antípodas de la literatura fantástica que Tolkien consagró: en el manga y anime japonés, cuyos autores son capaces de diseñar personajes masculinos realmente hermosos de belleza etérea y, sin embargo, no dan sensación de fragilidad o falta de carácter. Pero no son seres humanos reales, claro, así que el problema de representar personajes élficos en imagen real sigue pendiente. Tengo verdadera curiosidad por ver cómo lo resuelven los de Amazon en la futura serie basada en El señor de los anillos que están preparando. También tengo ganas de ver si aparece algún elfo en la serie de Netflix de Geralt de Rivia, ya que en los libros de Andrzej Sapkowski sí aparecen elfos, pero no sé si en la adaptación a televisión se los fumarán o no. Si bien se parecen mucho a los elfos de Tolkien, tienen características propias que creo que harían más fácil su representación con seres humanos. Pronto lo sabremos. Hasta entonces, namarië 😉.

2 comentarios:

  1. No lo había pensado pero es verdad. Los elfos del imaginario de Tolkien son amanerados, afeminados. Me recuerdan a aquellos vampiros capullos y alelados de Entrevista con el vampiro o algo así, que te daban ganas de soltarles una buena manopla con la mano bien abierta.

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  2. Sí, pero, a ver: el problema no es que sean afeminados, a mí eso me da igual (y debería darle igual a cualquiera que no sea homófobo). La cuestión es que esa belleza irreal que poseen tanto elfos como elfas es muy difícil de representar, y según los parámetros humanos significa percibir a los elfos como afeminados.

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