viernes, 1 de marzo de 2013

Immigrant Song


“Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.”

(Antonio Machado, A un olmo seco)



No es la primera vez que cito estos versos. Ya lo hice hace tiempo en mi fotolog, aunque entonces sólo esperaba que la primavera volviera. Ahora espero un milagro auténtico, que nacerá casi al tiempo que esa primavera. Se llamará Eric, como el Rojo, nombre que evoca sagas nacidas de la nieve y el hielo, ese hielo al que Erik Thordvaldsson, Erik el Rojo, consiguió vencer fundando las primeras colonias estables en Groenlandia en el siglo X. Él venía de la dura y feroz Islandia de hielo y de fuego, y se asentó con éxito en las costas de una tierra más hospitalaria que ahora, una tierra verde (de ahí su nombre) hasta que la Pequeña Edad de Hielo, cinco siglos después, la reclamó de nuevo para las nieves perpetuas. Hijo de un exiliado, padre de otro pionero, Leif Eriksson, que llegó a establecerse en las costas de lo que hoy es Terranova y que él llamó Vinland porque ese clima más suave evocaba tierras de vino dulce, aunque sus colonias no prosperaron tanto tiempo como las de su padre.

Ojalá tenga mi hijo la audacia y la determinación de esos vikingos que hace mil años se aventuraron en pos de una prosperidad en la que no habían crecido. Le vendrá bien en estos tiempos en los que de nuevo el hielo y el fuego amenazan con arrasar las praderas primaverales que apenas habíamos vislumbrado. Ojalá cuente también con la fuerza de Thor, la astucia de Loki, la sabiduría de Odín, y suya sea la bondad de Balder, pero no su amargo final. A él le dedico esta entrada porque supongo que me tendrá bastante ocupada como para que no vuelva a escribir aquí durante una buena temporada :P. Para él es esta canción de Led Zeppelin, que ellos dedicaron a esos hombres del norte:


Venimos de la tierra del hielo y la nieve,

desde el sol de medianoche donde brotan las aguas termales.

El martillo de los dioses conducirá nuestras naves a nuevas tierras,

para luchar contra la horda, cantando y gritando: ¡Valhalla, estoy llegando!



Arrasamos con remos trilladores. Nuestra única meta será la costa occidental.



Venimos de la tierra del hielo y la nieve,

desde el sol de medianoche donde brotan las aguas termales.

Cuán suavemente tus campos tan verdes pueden susurrar cuentos de sangre,

de cómo calmamos las corrientes de guerra. Somos tus jefes supremos.



Arrasamos con remos trilladores. Nuestra única meta será la costa occidental.



Así que ahora será mejor que pares y reconstruyas todas tus ruinas,

para que la paz y la confianza puedan triunfar a pesar de todas tus derrotas.